Sin nacer ya tu me sentías,
sin verme ya me conocías
sin tenerme en tus brazos ya me acariciabas.
Nací y con tu pecho dolorido que una vez acaricio
el hombre enamorado, tu me amamantaste
me arrullastes hasta hacerme dormir
distes tus mejores años a mi crianza y con paciencia
me enseñastes los caminos que debía enfrentar en la vida.
Crecí y me fuí dejandote con tus bellas y plateadas canas
premio de tu sabiduría y con el recuerdo de un hijo
que sin aun nacer ya lo sentías.
Sin verme me conocías, arrullabas, perdona
a este hijo que olvido que lo conocías y sentías.
Dame tu bendición cada vez que llegue a tu recuerdo
arrulla me con tu canción.
jli
*inédito*
Caracas, 2/2/76
lunes, 13 de julio de 2009
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Espectacular este poema!!!
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